Francie rodeó los hombros de Lee con su brazo y apoyó la mejilla sobre la chaqueta.
Pensó, lo mismo que Katie diecisiete años atrás, cuando estaba bailando con Johnny, que
aceptaría cualquier sacrificio o pobreza por retener a aquel hombre con ella para toda la
vida. E igual que Katie, Francie ni siquiera pensó en los hijos que quizá tendrían que
ayudar a soportar la pobreza y los sacrificios...
...- Me casaré contigo cuando regreses, Lee.
-Y viviremos en Brooklyn, Francie.
-Viviremos donde tú quieras vivir.
-¿Y me escribirás esta noche cuando llegues a tu casa,
diciéndome cuánto me amas, para que tu carta me esté
esperando cuando yo llegue a casa? -Ella se lo prometió- ¿Me
prometes que jamás dejarás que nadie te bese? ¿Que no saldrás de
paseo con nadie? ¿Me prometes esperarme... no importa cuánto
tiempo? ¿Y que si no regreso, jamás desearás casarte con otro?
Ella se lo prometió.
Y él le pidió toda su vida con naturalidad, como si le estuviese pidiendo una cita.Y
ella se la prometió con la misma naturalidad con que hubieste extendido la mano
para saludar o decir adiós.